Celebremos la pantalla
Celebremos la nostalgia de la infancia.
La posibilidad de una imagen televisada siendo trazo de pintura.
Los quince minutos del recreo en los muros de alguna exhibición.
El sabor de la leche tibia como materia de escultura.
Celebremos el Veintiuno, humano y violento.
El movimiento de las manos sobre los cristales,
los dispositivos luminosos, la distancia, el qué pasó aquí estoy,
el avísame cuando llegues,
el algoritmo,
la identidad y el sexo digitalizado.
Celebremos la vida como aventura
y al artista que se lanza a la miseria como videojuego.
Fortalecido en el colectivo y en el poder de un botón de reinicio.
A quien triunfa en su anonimato
como roedor amarillo tras un combate,
descansando en los hombros de su mejor amigo.
Pero ojo con tanta celebración.
Que el trabajo siempre vea más allá de la imagen
y que éste logre desarmar la fábula de quien la controla.
Celebremos, entonces amigxs artistas, la pantalla,
porque somos su consecuencia,
y nuestro reflejo en ella será la memoria del futuro.
Carta a mis amigxs artistas
Marco Arias
Diciembre 2021